En Madrid, el eclipse de Sol comenzará el 20 de marzo de 2015 a las 9.05, alcanzará su máximo a las 10.08, y finalizará a las 11.18, ven a disfrutarlo en toda su plenitud desde los cielos limpios de la #SierraNorteDeMadrid.
Llegamos al final del invierno en el Hemisferio Norte, y lo hacemos con un bello fenómeno astronómico: un eclipse de Sol que será visible como parcial desde España. Además, en este mes tendrá lugar el cambio al horario de verano que, como es habitual y de acuerdo con las directrices europeas, se realiza en la madrugada del último domingo de marzo. A las 2.00 horas de la madrugada del domingo 29 deberemos adelantar todos nuestros relojes para ponerlos a las 3.00. El día 29 será, por tanto, especialmente corto pues tendrá oficialmente 23.00 horas.
La primavera del Hemisferio Boreal comienza el viernes 20 de marzo a las 23.45, hora peninsular, 22.45 en Canarias. Naturalmente, en ese mismo momento, comenzará el otoño en el Hemisferio Austral. Esta estación durará 92 días y 18 horas y finalizará el 21 de junio con la entrada del verano en el Norte y del invierno en el Sur. En los equinoccios, el día tiene una duración aproximadamente igual a la de la noche: 12 horas. Entonces, los dos polos de la Tierra están a la misma distancia del Sol y sola una mitad exacta de la Tierra está iluminada.
En esos días de los equinoccios el Sol nace exactamente por el punto Este y se pone exactamente por el punto Oeste. En los polos terrestres el día del equinoccio es muy especial. En el Polo Norte se pasa de un periodo de 6 meses de noche a un periodo de 6 meses de día. Allí, el día 20, el Sol aparecerá después de 6 meses de noche, será visible durante 12 horas como medio disco rasante sobre el horizonte, y no volverá a esconderse hasta el equinoccio de otoño.
El plenilunio tendrá lugar el 5 de marzo, con nuestro satélite en Leo. Esta luna llena, la última del invierno, se suele llamar \’Luna de la Cuaresma\’, \’Luna del cuervo\’ o \’Luna de la savia\’. Será una \’miniluna\’, pues en marzo nuestro satélite alcanzará su punto más alejado de la Tierra, el perigeo, exactamente en el mismo día 5, a una distancia de 406.388 km de la Tierra. En esa posición, el tamaño aparente de la Luna es un 16 % menor que cuando se encuentra en el punto más cercano, el perigeo, posición que este mes se alcanzará el día 20. El novilunio tendrá lugar el día 19 en la constelación de Piscis.
Este mes podremos disfrutar de la observación de cinco planetas. Mercurio se verá hasta el día 24, antes de que despunte el día, pero como siempre muy bajo en el horizonte. Marte y Venus serán nuestros luceros vespertinos este mes. Los días 21 y 22, una hora después del atardecer, podremos verlos muy próximos al fino filo de la Luna creciente. Júpiter será visible casi toda la noche desde el crepúsculo hasta un par de horas antes del amanecer. En las noches de fin de mes, los días 29, 30 y 31, podremos verlo cerca de la Luna creciente, pasando por las constelaciones de Cáncer y Leo, muy cerca también de la estrella Régulo.
Los riesgos de observar el sol
El eclipse solar que tendrá lugar el día 20 será visto como parcial desde España, es decir la Luna sólo cubrirá una parte del Sol. En el punto máximo del eclipse, podremos ver el 76% de la superficie solar oscurecida desde La Coruña, el 67% desde Madrid y el 46% desde Canarias. Sin embargo, este mismo eclipse se verá como total, con el disco solar ocultado complemente por el de la Luna, desde las islas Feroe y las islas Svalbard. En Madrid, el eclipse comenzará a las 9.05, alcanzará su máximo a las 10.08, y finalizará a las 11.18. En Santa Cruz de Tenerife, el eclipse comenzará a las 7.45, alcanzará su máximo a las 8.39, y finalizará a las 9.38 (siempre en hora local).
Dado que los eclipses requieren del alineamiento casi perfecto de los tres astros (Sol, Luna y Tierra), y dado que el plano de la órbita de la Luna alrededor de la Tierra está inclinado por unos 5 grados respecto al plano de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, los eclipses se dan muy pocas veces a lo largo del año: el número anual de eclipses varía entre 4 y 7, incluyendo todos los de Sol y Luna. En muchos casos los eclipses son parciales, los de Luna a veces penumbrales, y visibles desde una fracción de la superficie terrestre. Los eclipses solares se dan cuando la Luna se encuentra en una posición del cielo cercana a la del Sol, en fase de luna nueva. Sin embargo, los eclipses lunares se dan cuando la Luna se encuentra en la dirección opuesta al Sol en fase de luna llena.
Observar el Sol siempre conlleva serios riesgos, pues su gran luminosidad puede dañar los ojos. Como regla general, nunca debe observarse el Sol directamente: ni a simple vista, ni con ningún aparato, ni con ningún filtro que no esté destinado a ese fin. Esto es así tanto para el Sol sin eclipsar, como para el Sol durante el eclipse. Sólo se debe mirar al Sol directamente si se dispone de un filtro homologado o de unas \’gafas de eclipse\’ que deben estar homologadas por la Comunidad Europea para la observación solar (índice de opacidad 5 o mayor) y deben ser usadas siguiendo las instrucciones impresas en ellas. El Sol también puede ser observado sin peligro viendo su imagen proyectada sobre algún tipo de pantalla situada a la sombra. Por ejemplo, la imagen conseguida sobre una pared o un techo con un espejito plano cubierto enteramente con un papel al que se ha recortado un agujero de menos de 1 cm de diámetro. No hay que observar la imagen del Sol en el espejo, hay que mirar solamente la imagen proyectada.
A buenas horas…