Un equipo de científicos franceses, con los que han colaborado científicos de la Universidad de Valencia, han descubierto cómo los genes en la naturaleza saltan de una especie a otra creando así de forma espontánea organismos modificados genéticamente.
Este descubrimiento sobre la transferencia horizontal de genes supone un duro revés a los grupos anti-transgénicos que califican a de antinatural y peligroso la transferencia de genes. El estudio ha sido publicado en la revista PLOSGenetics.
“Te das cuenta de que en la naturaleza se crean organismos modificados genéticamente todo el tiempo(…) No es tan raro transferir genes de un organismo a otro”, explica Salvador Herrero, genetista de la Universidad de Valencia y co-autor del estudio.
Los genes normalmente se transmiten dentro de una misma especie, a ese proceso se le conoce como transferencia genética vertical. Esa es la que se produce, por ejemplo de padres a hijos. Pero en los últimos años los científicos han identificado muchos casos de transferencia genética horizontal. Esta consiste en que genes pasan a especies diferentes sin relación alguna pero que viven en el mismo entorno.
Hace unos meses, un equipo de investigadores del Reino Unido concluyó que a través de esta transferencia horizontal el hombre puede adquirir más de 145 genes extraños de bacterias, virus y hongos en el transcurso de nuestra vida. Ahora, gracias a este último estudio, se ha establecido una posible ruta de transferencia de genes.
Los autores han estudiado la presencia de genes avispa en dos especies de mariposas y en tres especies de polilla, incluyendo el gusano de seda. Han descubierto que los genes, una vez adquiridos persisten si proporcionan algún beneficio. Según el estudio, dos de los genes con los que cuentan las mariposas que han adquirido de las avispas les permiten producir proteínas que les protegen del bracovirus.
Fuente: Materia