La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha tenido que volver a ampliar la Lista Roja de animales y plantas en peligro de extinción. En la última actualización de la lista, la cifra se ha incrementado en 400, con un total de 22.784 especies amenazadas. Aunque cabe señalar también que se ha examinado el estado de conservación de 400 nuevas especies. La Lista Roja de la UICN incluye ahora 77.340 especies evaluadas.
La pérdida y degradación del hábitat constituyen la principal amenaza para el 85 por ciento de todas las especies descritas en la lista; el comercio ilícito y las especies invasoras son también importantes factores de declive poblacional. En concreto, la UICN señala que ciertas plantas, entre ellas varias hierbas silvestres y orquídeas, pueden estar en peligro por su recolección excesiva con fines medicinales u hortícolas.
Si bien no se han incluido nuevas especies en la categoría «extinta», 14 especies han ingresado en la categoría «en peligro crítico (posiblemente extinta)». Entre ellas se halla la perennifolia Magnolia emarginata, un árbol endémico de Haití y 10 especies de orquídeas endémicas de Madagascar.
Sin embargo, hay algunas buenas noticias, como la recuperación de las poblaciones de ciertas especies gracias a los intensos esfuerzos de conservación. Cabe destacar el lobo marino de Guadalupe, que pasa de la categoría «casi amenazado» a la de «preocupación menor», y el lince ibérico (Lynx pardinus), que pasa de la categoría «en peligro crítico» a la de «en peligro». Tras seis decenios de declive, la población del lince ibérico pasó de 52 individuos maduros en 2002 a 156 en 2012. Dicho resultado se logró con medidas como la restauración de poblaciones de conejos (la presa principal del lince), el monitoreo de las trampas ilegales, la cría con fines de conservación, programas de reintroducción y sistemas de compensación para los propietarios que hicieran compatibles sus tierras con las necesidades de hábitat del lince.
«Es alentador ver que la situación de diversas especies mejora como consecuencia de las acciones de conservación realizadas», comenta Jane Smart, directora del Programa Mundial de Especies de la UICN. «Sin embargo, esta actualización nos muestra que las poblaciones de muchas especies sufren pérdidas devastadoras. La Lista Roja de la UICN es la voz de la biodiversidad que nos indica hacia dónde debemos dirigir nuestra atención con mayor urgencia, y nos está diciendo claramente que es preciso actuar ya para desarrollar políticas y programas de conservación.»
Fuente: Investigación y Ciencia