Claves para disfrutar la luna y las estrellas.
El jueves 20 de marzo, exactamente a las 17 horas y 57 minutos de la tarde (hora peninsular), damos la bienvenida a la primavera, una estación de la que podremos disfrutar durante exactamente 92 días y 18 horas y que dará paso al verano, cuyo comienzo se marca en el calendario el día 21 de junio.
El inicio de la estación más florida del año está marcado por aquellos instantes en los que la Tierra se encuentra en una posición determinada en su órbita alrededor del Sol.
Cuando llega la primavera, dicha posición es aquella en la que el centro del Sol, visto desde la Tierra, cruza el ecuador celeste en su movimiento aparente hacia el norte.
Cuando esto ocurre, la duración del día y la noche prácticamente coinciden, hecho que recibe el nombre de equinoccio de primavera.
Cambio de hora
Algo que ocurre siempre que empieza la primavera es el cambio horario, que tiene lugar al comenzar el último domingo de marzo. A las 2 de la madrugada del domingo 30 de marzo los españoles tendremos que adelantar nuestro reloj una hora.
El objetivo de esta modificación en los relojes, que España lleva aplicando desde 1974, no es otro que el de ahorrar energía. La medida, que llevan a cabo 70 países en todo el planeta, tiene como fin último el de reducir el consumo global, haciendo coincidir el comienzo de la jornada laboral con las horas de luz.
Habrá dos eclipses
A partir del 20 de marzo y hasta el 21 de junio podremos presenciar dos eclipses, de Luna y de Sol. El 15 de abrirl un eclipse total de Luna podrá verse en Australia, el océano pacífico y América. Este eclipse será visible en España, en península y Baleares como penumbral y en Canarias como parcial. Dos semanas más tarde, el 29 de abril, un eclipse anular de Sol será visible en Oceanía, el océano Pacífico sur y la Antártida, pero no en nuestro país.
La primera luna llena de la primavera llegará el 15 de abril, coincidiendo con martes santo, cinco días antes del Domingo de Pascua. En esta primavera habrá otras dos lunas llenas, el 14 de mayo y el 13 de junio. En esta estación, sin necesidad de telescopio se podrán observar lluvias de meteoros ocasionales siendo la más importante la de Eta Acuáridas, cuyo máximo se produce entorno al 5 de mayo.
En cuanto a las agrupaciones ficticias de estrellas conocidas como constelaciones, alrededor de la estrella Polar se verán a lo largo de la noche la Osa Menor, el Dragón, Cefeo y el León (Leo). Con grandes prismáticos o pequeños telescopios con filtro lunar se podrá observar el relieve de la Luna. Para lograr una buena visión, conviene observar noche tras noche mientras va creciendo la iluminación de la Luna, para ver aparecer nuevos accidentes orográficos.
Concretamente, cuando la noche es más oscura por haber luna nueva, se puede intentar ver nebulosas de emisión como el complejo de nebulosas de Orión (Messier 42 y 43), el grupo de las estrellas Pléyades y el resto de supernova conocido como la nebulosa del Cangrejo (Messier 1). Con prismáticos también se pueden ver las lunas más brillantes de Júpiter y se puede hacer un recorrido por la franja estrellada que constituye la Vía Láctea.
Como recordatorio no está mal para que lo tengáis presente. Pasada la Semana Santa, el próximo es en junio.
No dejéis vuestras reservas para el último día.