La Sierra Norte de Madrid siempre se ha destacado por sus estampas paisajísticas de frondosa vegetación y sus espacios rurales, además de poder realizar planes de senderismo, escalada y cicloturismo o rutas de patrimonio o naturaleza.
Pero cada vez son más las personas que llegan a la Sierra Norte para disfrutar de sus vinos. Y es que ya no hace falta ir hasta La Rioja, Navarra, Jerez o la Ribera del Duero para poder degustar deliciosos caldos con denominación de origen.
A pocos kilómetros de la capital española uno puede descubrir la subzona de El Molar, incluida dentro de la Denominación de Origen Vinos de Madrid, o visitar las bodegas segovianas cercanas a la Sierra de Ayllón o la Sierra de Guadarrama. Encima, ahora en septiembre es la época perfecta para hacer una escapada enológica, pues es cuando se realiza la vendimia. Las vides ya están maduras y, aparte de las preciosas instantáneas que conseguirás con tu cámara de fotos, tal vez puedas probar los primeros mostos de esa uva recién cosechada.
¿A qué esperas? ¡Ven y conoce nuestros vinos!
El Molar
El Molar ha sido la última subzona en sumarse a la Denominación de Origen Vinos de Madrid. Fue en 2019 cuando, ya aprobada por la Unión Europea, se unió a las ya existentes de Arganda del Rey, Navalcarnero y San Martín de Valdeiglesias.
Este pequeño pueblo a la entrada de la Sierra Norte es el que da nombre a este tipo de vino, pero su producción se extiende más allá de sus límites municipales. Concretamente, por un total de 600 hectáreas de viñedos de Tempranillo, Garnacha y Malvar que también se encuentran en otras localidades: Colmenar Viejo, El Vellón, Patones de Arriba, Pedrezuela, San Agustín de Guadalix, Talamanca del Jarama, Torrelaguna, Torremocha del Jarama, Valdetorres de Jarama y Venturada.
Es la única subzona que se halla al norte de la Comunidad y actualmente tiene cuatro industrias elaboradoras y más de 300 viticultores en activo. Los primeros registros vinícolas del lugar datan de la presencia árabe, en los siglos IX y X, y aún hoy en día se conservan unas 400 cuevas donde sus antiguos vecinos producían y guardaban el vino.
Cuevas de El Molar
Uno de sus mayores ejemplos es La Cueva del Lobo, un restaurante de comida típica de la zona que está excavado en la roca a raíz de una bodega de origen árabe. Cuenta con chimenea y braseros de ascuas y en su bodega elabora sus propios caldos, cuyos viñedos o majuelos se sitúan en la Vega del Jarama, por lo que su vino es un fiel reflejo de la tierra.
El Ayuntamiento de El Molar también organiza itinerarios por las Cuevas de La Torreta, donde los visitantes conocen de primera mano cómo es el cultivo, la confección y la conservación del vino. Para finalizar, por supuesto, se les premia con una degustación.
Además, también se puede visitar el pequeño museo Medidas del vino, elementos cerámicos del siglo XVIII al XX.
Viña Bardela
Otra parada indispensable es Viña Bardela, en Venturada, situada en la falda de la Sierra Norte. Aquí los amantes del vino podrán pasear por los viñedos y la fábrica y saborear algunos de sus caldos.
Su visita se puede completar con una comida en el Restaurante Cachivache de La Cabrera, donde se convida al comensal un menú temático relacionado con el vino y con las explicaciones anteriormente dadas con respecto a los productos y sus maridajes. El precio total de esta excursión (comida incluida) es de 45 €.
Y tras un homenaje semejante y tomar unas cuantas copas de vino, lo mejor es no coger el coche. Por eso, te proponemos que descanses en la Casa Pico de la Miel de La Cabrera, un chalet con 1.000 m2 de parcela, preciosas vistas del Pico de la Miel y 5 habitaciones en las que caben 13 personas. También tiene un parking para 4 coches, piscina cubierta climatizada y un jardín con árboles frutales.
Bodegas de Segovia
Bodegas Navaltallar
Muy cerquita de la Sierra de Ayllón, en Navalilla, están las Bodegas Navaltallar. Fueron fundadas en 2003 y su uva Tempranillo está dentro de la Denominación de Origen Valtiendas. Tiene una producción anual de unas 30.000 botellas y durante este tiempo ha conseguido recuperar 10 hectáreas de viñedo de las más de 300 que antiguamente existían en el término.
Celebran visitas a sus viñas e instalaciones con cata incluida previo contacto, dan cursos de cata y se habilitan salas de catas para hasta 14 personas. Asimismo, sus recorridos guiados también se ofrecen en inglés, francés y portugués.
Esta escapada enológica se puede redondear con una visita a Pedraza, una villa medieval amurallada a menos de 40 minutos de Navalilla y a unos 37 kilómetros de Segovia capital. Tras caminar por sus empedradas calles flanqueadas por casas blasonadas, declaradas Conjunto Histórico en 1951, puedes pasar la noche en la Casa El Panadero, una vivienda rural de reciente construcción con 4 habitaciones y capacidad máxima para 8 huéspedes que dispone de un amplio salón con televisión de 40´ y chimenea y un patio con barbacoa y muebles de jardín.
Pero si prefieres un alojamiento con historia, puedes optar por la Casa El Serrador, un edificio levantado hace más de 400 años, pero equipado con las más modernas comodidades como cocina con vitrocerámica, una suite triple con dos camas y un salón con chimenea. Y si vas en temporada de frío se deja leña y todos los elementos necesarios para encenderla.
Bodega y Viñedos Agejas
Entre campos de trigo y a orillas del arroyo Polendos se encuentra Agejas, una aldea despoblada cuyos únicos supervivientes son su pequeña iglesia románica y su bodega. A pesar de que ya no vive nadie allí, esta compañía mantiene intacta la tradición vinícola del lugar, pues es uno de los pueblos más antiguos de España relacionados con el vino.
La bodega de Agejas atesora más de 30 hectáreas de viñas divididas en Tempranillo, Merlot y Verdejo que dan vinos ricos en aromas, sabores y colores, de los mejores de la Tierra de Castilla y León. Tanto sus majuelos como su fábrica se pueden visitar y sus guías enseñan a los invitados todo lo necesario acerca de la selección de la uva, la maduración del fruto y su tratamiento posterior.
Ya que no se puede dormir en Agejas, te recomendamos que lo hagas en Aldealengua de Pedraza, a unos 50 minutos de distancia y en pleno Parque Nacional del Guadarrama. Ahí se ubica la Casa Castilla, una vivienda de dos plantas con capacidad para 6 personas que destaca por sus vigas de madera antigua y su suelo rústico. Se divide en 3 dormitorios, dos con camas de matrimonio y otra con dos camas simples, un gran salón, cocina equipada, dos baños y patio con barbacoa.
Y si sois más, en la Casa León pueden entrar hasta 9 personas. También está en Aldealengua de Pedraza y dispone de 4 habitaciones, 3 baños completos, aparcamiento privado y un patio con barbacoa. ¡Perfecta para un fin de semana en familia o con amigos!
Como ves, la Sierra Norte te da varias opciones para disfrutar de una escapada rural mientras brindas con tus seres queridos con un buen vino. No te lo pienses y ven a visitarnos. Eso sí, ¡bebe con moderación!