Guía turística de Prádena del Rincón: ¿qué hacer, dónde comer y dónde dormir?
Tras descubrirte Horcajuelo de la Sierra, Braojos de la Sierra o Montejo de la Sierra, dejamos atrás tanta sierra y montaña y nos dirigimos a una pradera. Y es que hoy te proponemos visitar Prádena del Rincón, un municipio situado a tan solo unos 90 kilómetros de Madrid capital y que es perfecto para aunar el candor de la naturaleza con el deporte, el descanso y la historia.
Prádena del Rincón es un pueblo de unos 150 habitantes situado en plena Sierra del Rincón, declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco. Ubicado a una altitud de 1.104 metros, el término está construido en un pequeño valle que se abre alrededor de un terreno muy accidentado, ya que se encuentra rodeado por los cerros de Porrejón (1.827 metros), Portezuela (1.740 metros) y Peña de la Cabra (1.834 metros).
Así, su topónimo proviene de la combinación entre ese “prado” o “pradera” y la Sierra del Rincón. Se estructura en una disposición urbana dispersa, como el resto de localidades de la zona, con grandes espacios libres entre las casas y una vegetación abundante. Sus casonas de piedra se han erigido utilizando materiales del lugar, lo que le da un aire rústico y bucólico que hará las delicias de los más clásicos visitantes.
¿Qué ver en Prádena del Rincón?
Para llegar hasta Prádena del Rincón solo hay que seguir la autopista A-1 hasta la salida 76 pasando Buitrago de Lozoya. Tras ello se debe coger la M-137 en dirección a Montejo de la Sierra y cruzar Gandullas. A 12 kilómetros encontrarás tu destino. Aunque si lo prefieres, también puedes ir en transporte público mediante la línea 182 de autobús que sale desde Buitrago.
Mirando hacia atrás en el tiempo, no se conoce a ciencia cierta cuándo fue fundado Prádena del Rincón. Su primera mención histórica data del Fuero de Sepúlveda de 1076. A partir de 1096 el rey Alfonso VI autorizó la repoblación del lugar, asentándose, principalmente, gentes venidas desde Segovia. También le otorgó un escudo de armas con un toro, una encina y la leyenda Ad alenda pecora, que viene a significar “para el sustento del ganado”. Dicha frase no es casual, pues durante siglos Prádena y el resto de municipios colindantes fueron un núcleo de pastoreo y agricultura muy fértil.
Su casco urbano se construyó adaptándose al declive de una ladera orientada hacia levante, hacia el cauce del arroyo de la Garita. Casi todas sus casas son de dos o tres plantas y en algunas aún se puede vislumbrar el antiguo saliente circular de los hornos de pan, muy característico de la comarca.
En el centro del pueblo se halla el Ayuntamiento y su conveniente plaza. A su lado se alza la construcción más importante de Prádena: la iglesia de Santo Domingo de Silos. Se trata de una joya del romántico fechada entre los siglos XII y XIII que cuenta con un ábside, una torre campanario y dos pórticos con una importante influencia mudéjar. En su interior se extiende una única nave con techumbre de madera con tirantes y un coro y tres tallas góticas del siglo XIV.
Pero eso no es todo porque en su atrio norte se encontró una necrópolis medieval. Sus tumbas antropomorfas están excavadas en la propia roca y pueden ser contempladas desde una pasarela. Además, también se hallaron monedas, joyas y rosarios que ahora son expuestos en varias vitrinas.
Tras salir del templo, puedes dirigirte al otro lado del pueblo para observar el potro de herrar, un espacio que se utilizaba para herrar a los caballos y las reses y que se ha recuperado para recordar la tradición ganadera de la localidad. Se compone de seis monolitos de piedra y travesaños de madera con los que se inmovilizaba al animal a través del yugo. A su vera hay otros pedruscos más pequeños que servían para apoyar la pata que se iba a herrar y un yunque que se ha colocado en el lugar para completar la estampa y por su valor etnológico.
De rutas por Prádena del Rincón
Ya sea con tu pareja, con amigos o con la familia, Prádena del Rincón te ofrece cuatro hermosas rutas de senderismo muy sencillas de hacer y con las que congraciarte con la naturaleza mientras respiras aire puro y haces ejercicio. Por medio de sus caminos conocerás su rico entorno natural, donde predominan los robles, los acebos, los enebros, los cerezos, los perales y las plantas aromáticas. Las cuatro han sido acondicionadas como Sendas Verdes, una iniciativa de la Comunidad de Madrid para el uso y disfrute del senderista, y se pueden hacer a pie o en bicicleta, la cual no hace falta ni que lleves, ya que en la población existe un servicio de alquiler de bicicletas.
- Caminando por los llanos y lomos: Es un itinerario de unos 1,75 kilómetros, está señalizado por balizas amarillas y da una vuelta por el pueblo para después brindar una atractiva panorámica del vecino Montejo de la Sierra y su paisaje adyacente.
- Rodeando la Dehesa Boyal Lomo Peral: De unos 4,2 kilómetros y con una dificultad baja, está marcado con distintivos azules y discurre alrededor de la Dehesa Boyal de Prádena, donde uno camina flanqueado por pequeños bosques de encinas, rebollos, pinos e incluso fresnos.
- Por la Cañada de las Merinas. Vías pecuarias: Determinada con el color rojo, es la ruta más larga de todas con algo más de 9 kilómetros. Fluye por un cordel que parte de la Cañada Real que discurría por la ladera de la sierra, la Cañada de las Merinas. Durante su viaje se rodean prados, dehesas y el Cerro de la Cabeza para finalizar en un descansadero de ganado y un área de interpretación de la trashumancia.
- Senda del Agua: Con la señalización verde y de 2 kilómetros de longitud, sale del centro de Prádena para llevar al senderista hasta la laguna del Salmoral, un pequeño embalse creado a principios del siglo XX que buscaba recoger y almacenar el agua del arroyo de Santillos para usarla en los regadíos. Muy cerquita, los aficionados a la ornitología podrán contemplar las distintas aves de la zona a través de un observatorio, al que se añade también un muestrario de las variedades botánicas más comunes. Y para rematar este museo natural al aire libre, en la laguna del Salmoral se ha ordenado un peculiar jardín geológico en el que se exhiben los diferentes tipos de rocas del lugar con paneles interpretativos que describen los relieves graníticos de la sierra de La Cabrera.
¿Dónde comer en Prádena?
En Prádena del Rincón, el agotado turista puede reponer fuerzas en la Taberna El Trébol, un acogedor bar-restaurante con comida de la zona y un económico menú del día en el que destacan su sopa castellana, el somarro y sus postres caseros. Adicionalmente, si se avisa con antelación se pueden encargar entrecots y asados.
Y como en la variedad está el gusto, en la jornada siguiente puedes paladear las viandas del Bar El Rincón, un agradable mesón donde gozar de una variada selección de platos típicos de la Sierra Norte: callos con garbanzos, manitas de cerdo, conejo al ajillo… ¡Y que no se te olvide probar la oreja de cerdo!
¿Dónde dormir en Prádena del Rincón?
Después de un intenso día de paseos y actividades, en Prádena puedes alojarte en cualquiera de las dos casas rurales que El Bulín pone a tu disposición. Ambas tienen calefacción central, wifi gratuita, televisión con smart TV y Netflix, aparcamiento privado y ¡tus mascotas son bienvenidas!
- Casa Roble I
Construida con materiales del lugar, la Casa Roble I acoge hasta 4 personas y, como las casonas del pueblo, se divide en dos niveles. En la planta baja se halla un salón comedor con chimenea, televisión con DVD y un sofá con 4 plazas que se convierte en 2 camas simples. A su lado está la cocina, con vitrocerámica y totalmente equipada, y un amplio baño completo con bañera y lavadora.
El piso de arriba consta de una buhardilla con techos de vigas de madera, un gran armario y una cama de matrimonio de 160 centímetros y colchón de primera calidad. Y por si fuera poco, posee un patio independiente con barbacoa y muebles de jardín, perfecto para una parrillada en primavera o en verano.
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- Casa Roble II
Si vas en pareja, no lo dudes: la Casa Robe II. También con 2 plantas, en la de abajo se ubican un espacioso salón con chimenea y muebles de madera envejecida y una cocina con vitrocerámica. Arriba te espera una preciosa buhardilla con techos de vigas de madera y una cama de matrimonio de 1,60 metros, y donde se puede colocar si es necesario una cuna o una cama supletoria. Asimismo, también dispone de un patio privado con barbacoa y muebles de jardín.
¿Quieres verla? Pues recórrela con una visita virtual.
Así que ya sabes, prepara tu maleta y date un capricho paseando por los idílicos senderos y las empedradas callejuelas de Prádena del Rincón. Estamos seguros de que te encantará. Y si lo necesitas, puedes ponerte en contacto con nosotros a través del correo electrónico [email protected] y resolveremos todas las dudas que te puedan surgir a la hora de hacer la reserva o establecer planes de actividades.