A todo el mundo le gusta ir a la sierra o la montaña y verla limpia. Sin plásticos. Sin botellas. Sin latas. Sin cajas de cigarrillos. En fin, sin todo aquello que no es propio encontrar en la naturaleza.
Si tirar basura al suelo está feo en cualquier lugar, creo que en la naturaleza es más condenable.
Es cierto que, a veces, se nos puede caer, olvidar, etcétera, pero también podemos ir un paso más allá y recoger, aunque se trate de una sola unidad de basura, para echarla en nuestra mochila y en el pueblo más próximo arrojarla en un contenedor. Esto puede parecer un detalle insignificante, pero si todos lo hiciéramos, los espacios naturales estarían más limpios. Además, creo que esto serviría para concienciar de que estamos de paso y que es nuestra responsabilidad mantener los paisajes comunes en buen estado.
Sin más, seamos educados y no sólo no ensuciemos sino que colaboremos y si nos encontramos con una basura tirarla en su sitio.