Paredes de Buitrago

Paredes de Buitrago es una localidad de la Comunidad de Madrid, en el municipio de Puentes Viejas, a pocos kilómetros de la localidad de Mangirón, la capital municipal del cual está separado por la presa de Puentes Viejas. Hasta 1975 formó parte del municipio de Paredes de Buitrago.

Está situada a los pies de la Sierra de la Mujer Muerta.

Paredes de Buitrago es un pueblo ganadero típico, generado y condicionado por su economía, el clima y la topografía en la que se asienta. Pertenece desde 1975 al termino municipal  de Puentes Viejas.

Qué visitar

Su arquitectura rural, como la de toda la Sierra Norte, está condicionada por la climatología. Las lajas de pizarra, la piedra, el adobe y la madera son el material básico utilizado para las viviendas logrando así abrigarse de los rigores del invierno.
La Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción es la más importante de las iglesias levantadas en el término municipal. Se trata de un edificio gótico del siglo XV con restos mudéjares en la portada y el arco del triunfo.
Museo de La Fragua: Ubicado en la antigua Fragua de Paredes de Buitrago, se han efectuado diferentes actuaciones de rehabilitación en su arquitectura y entorno.

En el interior del Museo se encuentran diferentes elementos relacionados con la actividad de la Fragua: el Fuelle, Yunque, Aperos, Chimenea, Pila de Agua, etc.
Este museo recupera la figura del herrero-forjador, así como las herramientas y procesos de transformación del hierro, mediante un sistema de audio que transporta a una fragua en pleno funcionamiento.

En el exterior podemos observar otras obras relacionadas con la propia fragua: la Fuente Vieja del siglo XVII-XVIII, el Potro de Herrar y el Abrevadero.

Historia

Entre Julio del 1936 hasta el fin de la guerra 1 de Abril de 1939 aquí se libraron batallas decisivas para la defensa de Madrid del ataque de las tropas fascistas sublevadas contra el gobierno democrático.

La orografia de la Sierra y el empeño de los voluntarios sirvió para que las tropas fascistas se rompiesen las uñas una y otra vez, embistiendo contra las defensas republicanas.

El núcleo de Paredes se encuentra localizado en el noroeste del término Municipal de Puentes Viejas y el topónimo parece hacer referencia a una pared o cerca de redil anterior al poblamiento castellano.

Las referencias y restos arqueológicos que se conocen en el término pertenecen a asentamientos medievales. A finales del siglo XIII los cuatro pueblos que hoy forman Puentes Viejas pasaron a formar parte del Señorío de Buitrago.

En 1492, aparecen nuevas noticias sobre algunas de las poblaciones de Puentes Viejas en el Inventario de los Bienes que los judíos dejaron en la Villa y Tierra de Buitrago.

Para los asuntos judiciales la comarca se dividió en Cuartos. Así, Paredes y Serrada pertenecieron al de la Jara, Mangirón al de Garganta y Cinco Villas al de Aledaños.

Antes del siglo XVIII, apenas existen datos de Puentes Viejas sobre demografía, sociedad y relaciones económicas. Se conoce, sin embargo, que los aprovechamientos de los recursos ganaderos y forestales se regulaban por ordenanzas. Las primeras ordenanzas conservadas datan del siglo  XVI.
Su economía se basaba en la ganadería, ya que la agricultura era muy pobre.

Los cuatro pueblos tenían cabaña ganadera, lanar fundamentalmente, pero también había de vacuno, caballar, asnal y de cerda. Y al menos, excepto en Cincovillas, tenían una Dehesa Boyal en cada pueblo donde pastaba el ganado de labor y de la que ocasionalmente se obtenía carbón.

En el siglo XIX , se produce la abolición del Régimen Señorial, la crisis de la cabaña ovina y la desaparición de la Mesta, la desamortización eclesiástica y civil y la nueva división territorial de 1833.

Por la cual, los cuatro pueblos de Puentes Viejas pasan a depender de Madrid a través del corregimiento de Torrelaguna. Cincovillas se convirtió en un anejo de Mangirón y Serrada dejó de ser un anejo de Berzosa para formar su propio ayuntamiento.

Ya en el siglo XX, la construcción de las presas de El Villar y Puentes Viejas supone a principios de siglo la llegada de nuevos trabajadores y la oferta de puestos de trabajo a los habitantes de la zona. A pesar de que en el primer cuarto de siglo se mantiene el aumento de la población, comienza a invertirse esta progresión, sobre todo a partir de los años 50 con las migraciones a Madrid y abandono de la agricultura.

En la actualidad sigue manteniendo cierta importancia una ganadería reconvertida al vacuno de leche, que junto con la construcción y servicios, constituyen las principales fuentes de renta.

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